Desmóstenes
Demóstenes, hijo de Demóstenes, del demo de Peania,
nació el año 384 aC. Cleobule, su madre, era de origen escita (lo que sería
usado más adelante por sus enemigos para burlarse de él), mientras que su
padre, firme demócrata, era un rico propietario que fabricaba espadas en sus
talleres manejados por esclavos. Cuando apenas contaba con siete años,
Demóstenes quedó huérfano, y junto a su hermana pasó al cuidado de dos
parientes, Áfobo y Demofonte, y de un amigo de la familia, Terípides. Estos
tutores fueron albaceas del testamento paterno, y al parecer fueron desleales:
cuando alcanzó la mayoría de edad, Demóstenes sólo recibió treinta minas, una
casa, y catorce esclavos, mientras que según los cálculos del joven sus bienes
deberían haber ascendido a 840 minas. Así pues, emprendió una serie de pleitos,
cuyos discursos de acusación conservamos y nos informan de este período de su
vida.
En consecuencia, Demóstenes había completado en ese
período su formación y elegido su vocación: sería orador y político. Inició
entonces su formación profesional como abogado, encargándose de causas
privadas, dando lecciones y mezclándose en la vida política. De acuerdo con la
costumbre en vigor en Atenas el querellante debía exponer personalmente su
caso, pero en la práctica era un abogado el que redactaba el alegato, que luego
era leído personalmente por el interesado. Las defensas que nos han llegado de
Demóstenes se refieren a los casos más diversos, pero todas ellas presentan una
exposición muy clara, y manifiestan una gran habilidad en la utilización de los
argumentos, así como una verdadera profundidad psicológica.
Aunque al principio se inició en la política a la
sombra de Eubulo, y así preparó los discursos que atacaban a los tres hombres
fuertes de Aristofonte, Demóstenes se fue distanciando poco a poco del partido
pacifista, convirtiéndose en firme defensor de una activa política exterior. De
esta forma, sus discursos comenzaron a apoyar la participación en diversos
hechos, como la toma de poder de los oligarcas rodios.
El ideal de este gran hombre era el de hacer que
Atenas reconquistara dentro del mundo helénico la supremacía que correspondía a
su grandeza intelectual y artística. Pero no tenía las aptitudes ni la
influencia necesarias para aplicar sus ideas políticas, sobre todo frente a adversarios
como Filipo (imagen abajo) y más tarde
Alejandro, que eran grandes jefes militares. La guerra se prolongó a través de
períodos de calma relativa, pero Demóstenes dióse cuenta de los peligros que
representaba la continuación de la política expectante adoptada por Atenas.
Cuando Filipo en el año 351 trató de apoderarse de la par-te sur de Grecia,
Demóstenes pronunció un discurso, la primera de sus feroces requisitorias
contra el rey de Macedonia, que tomaron el nombre de Filípicas, término que se
convirtió, en el lenguaje común, en sinónimo de toda invectiva enérgica y
ardiente. Durante ese tiempo Filipo trató de desviar la atención de los
aliados, sitiando Olinto en la península Caleídica.
El ideal de este gran hombre era el de hacer que
Atenas reconquistara dentro del mundo helénico la supremacía que correspondía a
su grandeza intelectual y artística. Pero no tenía las aptitudes ni la
influencia necesarias para aplicar sus ideas políticas, sobre todo frente a
adversarios como Filipo (imagen abajo) y
más tarde Alejandro, que eran grandes jefes militares. La guerra se prolongó a
través de períodos de calma relativa, pero Demóstenes dióse cuenta de los
peligros que representaba la continuación de la política expectante adoptada
por Atenas. Cuando Filipo en el año 351 trató de apoderarse de la par-te sur de
Grecia, Demóstenes pronunció un discurso, la primera de sus feroces
requisitorias contra el rey de Macedonia, que tomaron el nombre de Filípicas,
término que se convirtió, en el lenguaje común, en sinónimo de toda invectiva
enérgica y ardiente. Durante ese tiempo Filipo trató de desviar la atención de
los aliados, sitiando Olinto en la península Caleídica.
Demóstenes probablemente escribió y publicó la mayoría de sus
discursos.4 En la generación posterior a su muerte, los textos de sus discursos
pervivieron en al menos dos lugares: la ciudad de Atenas y la Biblioteca de
Alejandría. Durante este periodo Calímaco fue el responsable de crear el
catálogo con todos los volúmenes contenidos en la Biblioteca. En ese catálogo,
los discursos de Demóstenes fueron incorporados en el cuerpo de literatura
griega clásica, catalogado y estudiado por los estudiantes del período
helenístico. Desde entonces hasta el siglo IV, se multiplicaron las copias de
sus discursos en un tiempo en que Demóstenes fue considerado el escritor más
importante en el mundo de la retórica, y cualquier estudiante de retórica
necesitaba acceso a sus obras. Gracias a esto, los textos de sus discursos se
encontraban en una buena situación para sobrevivir el tenso periodo entre los
siglos VI y IX.5
Los estudiosos han llegado a registrar 258
manuscritos bizantinos de los discursos de Demóstenes y 21 extractos.
Discursos políticos:
http://www.alejandriadigital.com/wpcontent/uploads/2016/02/DEM%C3%93STENES%20-%20Discursos%20Pol%C3%ADticos.pdf
0 Response to "Desmóstenes"
Publicar un comentario