Jenofonte
Jenofonte fue un historiador, militar y filósofo griego, conocido por
sus escritos sobre la cultura e historia de Grecia. Nació, aproximadamente, en
el año 431 a.C. en la región Ática, a las afueras de Atenas, dentro de una
familia acaudalada. Autor, entre otras obras, de Apología de Sócrates, Economía
y Ciropedia o Educación de Ciro, destacó también por su carrera militar. Versátil,
se prodigó en los géneros histórico, filosófico, financiero, político,
didáctico y literario.
Tuvo por maestros a Filóstratos, Isócrates y Pródico, además de a
Sócrates, quien, según cuenta la tradición, le encontró un día en la calle y,
prendado de sus cualidades, lo tomó por su discípulo predilecto. Durante el
gobierno de los Treinta Tiranos, Jenofonte se unió a una expedición de
mercenarios griegos a Persia conocida como la Expedición de los Diez Mil,
contratados por el príncipe persa Ciro el Joven (con quien hizo amistad), que
se enfrentaba con su hermano mayor Artajerjes II, el rey de Persia. A la muerte
de Ciro en la batalla de Cunaxa, la expedición quedó abandonada a su suerte,
por lo que se tuvo que abrir paso a través de 1.500 km de territorio hostil
hasta conseguir volver a Grecia. Jenofonte retrató está expedición en su obra
más conocida: Anábasis. Alejandro Magno consultó durante su invasión al
Imperio aqueménida este excelente escrito, que lo ayudó incluso a tomar serias
decisiones en el ataque y asedio a diferentes ciudades y fortificaciones.
Enfrentado
con la democracia ateniense por su condena de Sócrates, y desatada la guerra
entre Atenas y Esparta, se retiró a vivir en una hacienda en Escilo, junto a
Olimpia, cedida por los espartanos en reconocimiento de sus servicios. Fruto de
su experiencia como dueño de una explotación agrícola fueron el Económico y las
Rentas, donde propuso también medidas para remediar los males de Atenas. La
derrota de los espartanos (371) le obligó a trasladarse a Lepreo y, más tarde,
a Corinto, donde murió.
En sus obras se manifiesta hostil hacia la
democracia ateniense y se orienta hacia formas más autoritarias, como las que
conoció en Esparta y en Persia. Agradecido a la política espartana, compuso un
desigual tratado sobre La república de los lacedemonios, alabando la educación
y la constitución espartana. En la misma línea se inscribe su opúsculo
Agesilao, dedicado a alabar la política del rey espartano, amigo del autor.
Sus ideas políticas, que acabaron cristalizando en la postulación de
una monarquía moderada y fuerte, se plasmaron en obras como La Ciropedia,
en la que, junto a la alabanza de la monarquía y a datos históricos, se puede
leer toda una serie de historias y relatos de carácter novelesco que anuncian
ya la novela helenística. La Ciropedia, historia de la juventud,
ascensión y gobierno de Ciro el Grande, presenta los ideales educativos del
autor, basados en parte en las instituciones espartanas. Los ocho libros que la
componen abordan los hechos históricos con enorme libertad y abundan en discursos
y episodios moralizadores destinados a la exaltación de la figura de Ciro.
Su aprendizaje intelectual al lado de Sócrates lo
llevó a inmortalizar la figura de su maestro en obras como Recuerdos de
Sócrates o Simposio, uno de los testimonios más importantes para la
reconstrucción sobre bases reales de la filosofía y de la personalidad del
Sócrates histórico. Jenofonte escribió, además, tratados técnicos como Hiparco
o la Equitación, con vistas a aconsejar sobre tácticas militares concretas,
como las de la caballería.
0 Response to "Jenofonte"
Publicar un comentario