Platón
Arístocles de
Atenas, apodado Platón (Πλάτων = «el de anchas espaldas»),
nace, probablemente, en el año 428-427 a. C. en Atenas, en el seno de una
familia noble. Su padre, Aristón, se proclamaba descendiente del rey Codro, el
último rey de Atenas. Su madre Períctiona, descendía de la familia de Solón, el
antiguo legislador griego. Era además hermana de Cármides y prima de Critias,
dos de los treinta tiranos que protagonizaron un golpe de estado oligárquico el
año 404. Platón tuvo dos hermanos, Glaucón y Adimanto, y una hermana, Potone. A
la muerte de Aristón, Períctina se casó con su tío Pirilampo, amigo y
partidario prominente de Pericles, con quien tuvo otro hijo, Antifón.
Platón tuvo
una educación esmerada en todos los ámbitos del conocimiento. Es posible que se
iniciara en la filosofía con las enseñanzas del heracliteano Cratilo. Su
encuentro con Sócrates tuvo lugar cuando él tenía 20 años: acontecimiento
decisivo para Platón. Sócrates pronto se convertiría en su único maestro hasta
su muerte. Tanto por sus relaciones familiares, como por vocación, Platón tuvo
la intención de adentrarse en la vida política, hasta que en el año 399 antes
de Cristo, decidió alejarse por completo de la política, tras la condena y
muerte de Sócrates, aunque temas relacionados con la materia siempre estuvieran
en su mente, lo que le permitió teorizar sobre el modelo ideal de organización
de un Estado. Fue entonces que comenzó a viajar por Oriente y por el sur de
Italia. Durante su viaje tuvieron lugar algunos acontecimientos destacables,
como que conoció a los discípulos de Pitágoras y fue hecho prisionero por unos
piratas hasta que le rescataron, tras lo cual regresó a su ciudad natal,
Atenas.
En
el año 387 antes de Cristo fundó una escuela donde se enseñaría filosofía a las
afueras de la ciudad. El lugar escogido estaba junto al jardín de un héroe
clásico, Academo, de donde procede el término de Academia. En este centro se
reunían sabios; uno de los más conocidos sería Aristóteles años más tarde.
También actuó como residencia de estudiantes, biblioteca, organizaba seminarios
especializados para desarrollar el conocimiento y plantó las bases para las
actuales instituciones universitarias. Los estudios de la Academia tendrían que
ver con el conjunto de disciplinas necesarias para la formación de los
filósofos gobernates, tal como se presentan en el libro VII de la República: la
aritmética (522 c), la geometría (526 c), astronomía (528 e), música (531 a-c),
y dialéctica (
532-537).
En el Epínomis –de dudosa atribución a Platón, su
autoría se debe probablemente al platónico Filipo Opuntio–, cuyo objeto es
determinar qué estudios conducen a la sabiduría, se ofrece una lista de
disciplinas que sigue fielmente lo expuesto en el libro VII de la República.
Dentro de este centro
no sólo se estudiaba, sino que también se investigaba sobre las más diversas
materias, ya que en aquellos tiempos la filosofía abarcaba casi la totalidad de
los saberes. Allí se fueron creando las áreas específicas que darían lugar a las
diferentes ramas del saber, como son la ética, la lógica o incluso la física.
Sus puertas estuvieron abiertas durante siglos
hasta que Justiniano mandó clausurarla en el año 529 después de Cristo.
Platón dejó todos sus trabajos escritos, al
contrario que su maestro Sócrates, por lo que sus obras se han conservado casi
completas. Algunas de sus obras más conocidas son La República o El Banquete.
Su filosofía se basa en la diferenciación entre el mundo de las ideas y el
mundo del ser contra puestos al mundo de las apariencias.
Así, el hombre está formado de cuerpo y alma, el
cuerpo relacionado con el mundo sensible y el alma inmortal con el mundo de las
ideas. El hombre ideal sería aquel que vinculase las ideas a través del
conocimiento. Pero esto sólo puede realizarse en la vida social de la comunidad
política.
Platón
fue muy poco conocido durante toda la edad media. A finales del siglo XV,
gracias al mecenazgo de Lorenzo de Medicis, cuando la imprenta llevaba sólo
veinticinco años funcionando, aparece la primera edición impresa de las obras
completas de Platón, en traducción latina. Como el manuscrito griego del que se
sirvieron Ficino y sus colaboradores para su traducción está hoy perdido,
adquiere más importancia esta primera versión latina.
Las reimpresiones de las obras de Platón no
aparecen de nuevo hasta pasados más de ciento cincuenta años con la ed. de
J.-F. Fischer, Leipzig, Biponti y Estrasburgo 1760-1776, 4 vols. in-8º,
incompleta. La más importante del siglo XVIII es la de G.-Ch. Croll, Fr.-Ch. Exter y
J.-V. Embser, 1781 ss., 12 vols. in-8º. En
el siglo XIX aparecen múltiples ediciones alemanas, francesas, italianas e
inglesas. En alemán se publica la edición de Schleiermacher, Platons Werke, Berlin 1804-1809, 2ª ed. 1817 ss., incompleta.
La primera edición crítica es la de I. Bekker, 10 vols, (Berlín 1816-17, 1823,
Londres 1826). Sucesivas ediciones son publicadas en Leipzig entre 1819 y 1856,
la más importante es la de Hermann, Platonis
opera omnia, 6 vols.,
Biblioteca Teubneriana, Leipzig, 1851-1853. La ediciones francesas más
importantes son las de V. Cousin, Oeuvres
Complètes (Paris 1822-1840) y
la de E. Chauvet - A. Saisset, Oeuvres
complètes (París 1863).
Patricio de Azcárate publicó la primera traducción española de las Obras Completas de Platón (Madrid 1871-72, 11 vols.). La edición
inglesa más importante es la de B. Jowet,The Dialogues of Plato, 5 vols. (Oxford 1871; 1892, 3ª; Nueva
York 1937, 9ª). Ediciones italianas: E. Ferrari, Dialoghi di Platone (Padua 1873-1883); R. Bonghi, Platone. Dialoghi (Turín-Roma-Florencia, 1880-1904).
Retórica en el Banquete de Platón:
http://coloquiointernacionalceh.fahce.unlp.edu.ar/6ciceh/actas/LopezdeDardon.pdf
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